14 de diciembre de 2025
La ONG Vergel amplía su programa de arte en hospitales públicos

La incorporación de una directora ejecutiva y la creación de un consejo asesor marcan el inicio de una etapa de crecimiento institucional, con nuevos proyectos y colaboraciones para sostener su trabajo en salud pública
La fundadora de la organización, Catalina León, describe el sentido profundo de esta labor: “Un vergel es un huerto florecido, lleno de frutos. Esa palabra refleja muy bien lo que vimos crecer en estos años: artistas, pacientes, equipos de salud y familias que, a través del arte, descubren nuevas formas de acompañarse y de estar vivos”. León subraya que esta experiencia impulsa a la organización a fortalecer su estructura para multiplicar y sostener el trabajo en el tiempo.
En esta nueva etapa, Vergel consolida su crecimiento institucional con la incorporación de una Directora Ejecutiva, Julieta Gómez Blumencwejg, y la conformación de un Board integrado por el coleccionista Gabriel Guilligan y Amalia Amoedo, quienes acompañan el proceso de fortalecimiento. Además, la creación de un Consejo Asesor con referentes de los ámbitos del arte, la salud y la recaudación de fondos orientará la estrategia y el desarrollo de la organización.Blumencwejg destaca la misión de ampliar el alcance del arte más allá de los circuitos comerciales: “Queremos fomentar el arte fuera de los circuitos comerciales y mostrar que también puede ser una herramienta de transformación dentro del contexto hospitalario y un campo de desarrollo profesional para los artistas”.Un ejemplo concreto de estas alianzas es la colaboración con la Galería Quimera. Durante las muestras “Preferiría no hacerlo” de Ana Clara Soler, curada por Emmanuel Franco, y “La noche pone todo en su lugar” de Pablo Insurralde, curada por Joaquín Rodríguez, se donará el 15% de las ventas a los programas artísticos que Vergel desarrolla en hospitales públicos.
La experiencia cotidiana de las clases de arte es descrita por Leticia Mascotto, artista docente del programa Pintando en el Hospital General de Niños Ricardo Gutiérrez: “Cada clase es una pausa, es detener el tiempo para expresar lo que muchas veces no podemos en palabras y crear nuevos mundos. Es la magia donde todo lo imposible sucede”.
