Bomberos de la Santa Sede comenzaron este viernes a instalar una chimenea en la parte superior de la Capilla Sixtina, en el marco de los preparativos que se realizan en el Vaticano con vistas al cónclave del 7 de mayo, donde se elegirá al sucesor de Francisco. Unos cuatro o cinco bomberos pudieron verse en el tejado del icónico edificio colocando el cilindro marrón estrecho que marcará el inicio de una nueva era. Los trabajos podían verse desde la plaza San Pedro, donde se encontraba una buena cantidad de turistas que seguramente colmarán la zona en los próximos días. En la Capilla Sixtina, que se encuentra cerrada al público desde el pasado lunes, 133 cardenales votarán en secreto a sus candidatos para ocupar el lugar del Sumo Pontífice que murió el pasado lunes 21 de abril. Los cardenales aptos para votar, provenientes de 66 países distintos, son todos menores de 80 años y el 80% de ellos fueron designados por el papa Francisco. El resultado del escrutinio se revela al mundo a través de la quema de las papeletas en una estufa especial. Si no hay acuerdo se introducirán con cartuchos que contienen perclorato de potasio, antraceno y azufre, y por la chimenea saldrá humo negro. En cambio, si finalmente eligen al nuevo líder de 1.400 millones de católicos con dos tercios de los consensos, que en esta ocasión serán 89 voluntades, las papeletas se mezclarán con clorato de potasio, lactosa y resina de cloroformo para generar el humo blanco. Será ese, en el instante en que se produzca, un nuevo momento histórico para el mundo, tal como sucedió el 13 de marzo de 2013, cuando después de la quinta votación del cónclave, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio fue presentado al mundo como el papa Francisco desde la logia de la Basílica de San Pedro. Según deslizaron fuentes del Vaticano, se estima que este viernes podrían realizarse algunas pruebas para comprobar que la chimenea funciona correctamente. Además de la instalación de la chimenea, la emblemática Capilla Sixtina debe someterse a otros reacondicionamientos para albergar el cónclave, entre ellos, la disposición de mesas y bancos desde los cuales los cardenales llevarán a cabo los debates.